4/11/2006

Capturan al capo de la Cosa Nostra

Bernardo Provenzano, de 73 años, fue detenido en Corleone sin oponer resistencia; estaba prófugo desde 1963

Fuente: La Nación AFP

Roma.– El jefe máximo de la Cosa Nostra, la mafia italiana, Bernardo Provenzano, fue detenido en Corleone, Sicilia, por la policía, informaron este martes fuentes judiciales sicilianas.
El misterioso "capo máximo", prófugo desde 1963, fue detenido por agentes de la policía italiana, confirmaron el procurador adjunto Giuseppe Pignatone y dos magistrados del departamento antimafia.
Provenzano, de 73 años, rey y señor de las actividades del hampa italiana, está acusado de haber planeado en 1992 los asesinatos de los dos jueces símbolos de la lucha contra la mafia, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, y no tenía rostro ni voz para las autoridades italianas que lo perseguían desde hace más de cuarenta años.
Sin resistencia. El "capo máximo", que dejó de ser un fantasma para el mundo después de que las autoridades trazaron el año pasado su primer retrato robot, no opuso resistencia alguna a su detención.
Vestido con un simple pantalón vaquero y un saco de lana, Provenzano fue detenido en las afueras de Corleone y al parecer no hizo declaraciones. Condenado seis veces a cadena perpetua, la única fotografía del jefe mafioso que tiene la policía era de 1958, cuando era un joven "capo" del pueblo de Corleone.
Aunque prácticamente todos sus cómplices fueron capturados, se cree que Provenzano seguía manejando las actividades de la organización criminal y que había transformado la Cosa Nostra en algo mucho más secreto y difícil de combatir.
Apodado El Tractor debido a la fuerza que tenía para arrasar con vidas ajenas, la grabación de su voz en 2005 contribuyó probablemente a su detención y permitió evitar confusiones, como la surgida hace dos años, cuando la policía detuvo en Roma a un bombero que se le parecía.

Guerra contra el Estado
Acostumbrado a rondar sigilosamente desde hace 42 años por casi toda Sicilia, fue quien dirigió la sangrienta guerra contra el Estado en los años 90.
Invisible y camaleónico, el heredero de Toto Riina, el jefe supremo de la organización en los años 80, que adquirió el rango de padrino a fuerza de matanzas, no podrá de todos modos expiar sus centenarias condenas debido a su edad avanzada.
Protegido por el principio sagrado de la omertà (la ley del silencio: nadie vió, oyó o escuchó) don Bernardo era el mayor prófugo de la historia de Occidente y probablemente el último jefe de una estirpe despiadada arrasada por la llegada de una nueva mafia, la recién bautizada Cosa Nueva.

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